La Asociación de Familiares de Alzheimer de Andalucía (AFA Málaga) sigue trabajando para combatir el deterioro cognitivo de sus usuarios. Después de avanzar en la vacunación de profesionales y de los propios usuarios, la primavera ha sido la protagonista de los talleres y actividades organizadas por los responsables del centro, siempre con todas las medidas de seguridad sanitaria frente al Covid-19.
El mural es el icono de todo este amplio programa terapéutico. La instalación preside el vestíbulo principal del centro de día, en el Camino de los Almendrales, y ha sido elaborado por los propios usuarios en función del grado de deterioro. «Cada mariposa, cada pájaro o el propio sol lo han pintado, recortado y pegado ellos mismos», explica Álvaro Ramos, terapeuta del centro. «Dependiendo del grado de deterioro, el apoyo del terapeuta es menor o mayor a la hora de hacer este tipo de murales», añade.
Además, durante estos días, los usuarios han podido hacer la primera salida fuera del centro. Ha sido a los Viveros Serrano, en Benagalbón. Ramos indica que este tipo de visitas «nos ayudan a fortalecer las relaciones sociales o a gestionar el manejo de dinero en las compras, además de llevar a cabo un taller de aromaterapia que hemos organizado en el mismo vivero».
Por lo demás, el centro de día sigue desarrollando su amplio programa de terapias no farmacológicas, entre ellas las de psicomotricidad, como las que se aprecian en las siguientes imágenes. «Gracias a estas actividades mantenemos la coordinación de los movimientos musculares. En este caso de los ojos, muñeca y dedos», agrega el terapeuta del centro, quien destaca también el trabajo realizado en el huerto de las instalaciones de AFA Málaga. «Gracias a una familia que nos ha proporcionado el estiércol, la compra de lechugas, tomates, cebollas y zanahorias y a la ayuda de nuestros mayores entendidos en la materia, hemos creado un bonito huerto al que debemos cuidar diariamente».
Tras duros meses, el centro va recuperando progresivamente su normalidad.