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El blog del alzheimer
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Un nuevo fármaco contra el alzhéimer avanza en los ensayos clínicos
diciembre 29, 2020
Pixabay

El año 2020 termina con una noticia esperanzadora. La farmacéutica AB Science ha anunciado que su estudio sobre el tratamiento del alzhéimer con masitinib avanza hacia la fase 3 de ensayo clínico. Es un compuesto antiinflamatorio que mejora la memoria y la capacidad de aprendizaje de pacientes con fallo cognitivo leve, además de favorecer una mejor conexión neuronal. Se trata, de hecho, de uno de los pocos ensayos que se está llevando a cabo sobre una diana terapéutica que no es ni el beta amiloide ni el tau, las proteínas tóxicas que destruyen las neuronas. Así lo explica Inés Moreno, investigadora Ramón y Cajal y asesora científica de Camino de la Memoria. «El masitinib es una droga ya conocida, que se utilizaba en el tratamiento del cáncer en animales, en concreto las mastitis». Este fármaco ha demostrado, según concreta la experta, su capacidad para disminuir la inflamación asociada a esta enfermedad, «que se produce por un descontrol de los mastocitos, unas células del sistema inmune que se originan en la médula ósea y que están vinculadas a procesos como las alergias, la artritis o el cáncer y que están implicados además en la protección de nuestro organismo frente a bacterias». Pues bien, estas células son capaces de producir heparina, que es un anticoagulante, además de la histamina, que es un vasodilatador.

El estudio de AB Science que ahora avanza de fase está probando este medicamento con otras aplicaciones, «visto que es capaz de modular otras células del sistema inmune vinculadas a la enfermedad de alzhéimer como son los macrófagos o la microglía, ambas clave para controlar la acumulación de proteínas tóxicas en nuestro cerebro», detalla la doctora Moreno. Pues bien: este nuevo fármaco es capaz de controlar esa actividad de los macrófagos o microglía y se ha comprobado que en los animales de laboratorio disminuye el fallo cognitivo que tienen y mejora el aprendizaje espacial e incrementa la densidad sináptica, es decir, favorece que exista una mayor conexión entre las neuronas. Y esa capacidad se ha demostrado además en los pacientes de la fase 2 del ensayo.

En la fase 3, que en el caso del masitinib se hará en parte en los laboratorios de la farmacéutica en Madrid, se amplía el ensayo a una población de entre 300 y 3.000 pacientes voluntarios y, según explica Inés Moreno, «se comprueban su eficacia y sus posibles efectos secundarios, además de comparar su eficiencia con otros fármacos antes de que llegue a las agencias del medicamento correspondientes para autorizar su posterior comercialización». En este sentido, la doctora matiza que sólo un 15% de los fármacos de esta fase suelen pasar a la cuarta.

Esperaremos.