Ni todos los despistes son indicadores de demencia ni todas las demencias son alzhéimer. Identificar cuanto antes posibles signos de la enfermedad es esencial para poder abordar con éxito el alzhéimer una vez que llega a una familia. El diagnóstico lo debe establecer siempre un médico especialista o de familia. ¿Pero cuándo ir? No existe una fórmula infalible para saber si estamos ante un alzhéimer, aunque el consenso científico ha terminado por establecer los llamados ‘Diez Avisos‘ que sí pueden constituir en su conjunto una señal evidente de alarma.
Recogidos por la Confederación Española de Asociaciones de Familias de Alzheimer (CEAFA) en el gráfico adjunto, se pueden sintetizar en la pérdida progresiva de la memoria inmediata, en contraste con la remota; la falta también progresiva de las destrezas cotidianas como regresar al domicilio habitual, encontrar dificultades para las cosas básicas de la casa o el trabajo o la desorientación temporal y espacial. Desde el punto de vista de la conducta, se van volviendo además más pasivos, suelen tener comportamientos fuera de lugar y se les cambia el carácter, con frecuentes enfados.
En esos casos, conviene acudir cuanto antes al médico de familia para que derive al especialista y se determine un diagnóstico lo antes posible para llevarlos a centros de día, residencias o tomar medidas en el propio hogar.