Un 23% de las personas que se acercan por primera vez a las asociaciones malagueñas de alzhéimer alertados por una sospecha de enfermedad tienen menos de 65 años. Es un dato demoledor puesto de relieve en el Congreso Nacional de Alzhéimer, organizado por la Confederación de Familias CEAFA en Huesca entre el 14 y el 16 de noviembre. Más de 400 profesionales han asistido a este encuentro, en el que todo el tejido asociativo español pone en común estrategias y terapias en el tratamiento de la enfermedad. Las asociaciones andaluzas representan el 40% del cuerpo asociativo de todo el país. Y los representantes de las asociaciones malagueñas (AFA Málaga, AFA Fuengirola y AFA Benalmádena, principalmente) han llamado la atención sobre este dato ya que, en opinión de Paloma Ramos, presidenta de AFA Málaga, «nos obliga a prepararnos para lo que viene: enfermos que lo van ser durante más tiempo y, en consecuencia, familiares que también van a prolongar durante más tiempo su rol de cuidador».
A juicio de Ramos, que ha participado en el encuentro de Huesca, «la alarma dada por las organizaciones de alzhéimer de que el impacto de la enfermedad se habrá duplicado a nivel mundial para 2030 está a la vuelta de la esquina; no hay tiempo que perder». En ese sentido, el Congreso Nacional de Huesca ha servido para dar a conocer el Plan Nacional de Alzhéimer, ratificado este otoño por todas las comunidades autónomas y a la espera de que el nuevo Gobierno central le proporcione una dotación económica en los próximos presupuestos generales del Estado. «Hay buenas sensaciones al respecto; al menos parece que con este plan se avanza en la concienciación de la magnitud social que tiene el alzhéimer y en la voluntad de hacer algo», expresa la presidenta de AFA Málaga.
Respecto a los tratamientos farmacológicos, representantes de la industria farmacéutica presentes en el congreso han ratificado lo que desde hace años vienen advirtiendo los científicos e investigadores en sus sucesivos congresos profesionales. No se espera un nuevo fármaco contra el alzhéimer al menos en los próximos diez años. «Eso nos pone en la pista de que a día de hoy la única manera de proporcionar calidad de vida al enfermo es mediante la combinación de las terapias farmacológicas existentes y de las terapias no farmacológicas que se dan en las asociaciones», ha puesto de manifesto Paloma Ramos.
Durante el Congreso de Huesca, al que han asistido más de 400 profesionales y que fue inaugurado por la Reina Sofía, se han puesto en común nuevas terapias no farmacológicas, en las que la tecnología como la robótica empieza ya a jugar un papel esencial. «Hay un robot que emula animales que se está poniendo en uso para usuarios de la segunda o cuarta fase de la enfermedad y que es realmente llamativo», ha destacado la presidenta de AFA Málaga.