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El blog del alzheimer
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¿Cómo diagnosticamos el alzhéimer en una unidad de Memoria?
enero 31, 2020

Diagnosticar una demencia no es tan fácil como pudiera parecer. Es importante descartar cualquier patología reversible (total o parcialmente) que también cause una demencia (por ejemplo, déficit de vitaminas, alteración de la función tiroidea, una intoxicación por un fármaco, infección del sistema nervioso central, hidrocefalia crónica del adulto…) y cuando demos el diagnóstico de una enfermedad degenerativa sea lo más certero posible. Os voy a explicar el proceso de una forma sencilla.

Cuando el paciente llega a la consulta, a menudo acompañado por un familiar, empieza ya la valoración. La forma de expresarse, de moverse, la forma de estar en la consulta… todo eso son detalles importantes. Es muy importante la historia de los síntomas, es decir: cuál fue el inicial, cuándo comienzan, cómo progresan, qué otros síntomas se van añadiendo… y sobre todo que los familiares y/o acompañantes corroboren esta información. A menudo el propio paciente no percibe sus problemas cognitivos, es lo que se denomina “anosognosia”.

El siguiente paso es una exploración física y neurológica, es decir, comprobar si existen datos físicos que nos orienten hacia, por ejemplo, parkinsonismo, posible ictus… que nos ayuda también a valorar el diagnóstico final. Algunas demencias degenerativas como la Enfermedad de Alzheimer o la demencia por cuerpos de Lewy presentan algunos signos físicos menores que pueden simular por ejemplo un parkinsonismo.

Posteriormente viene una parte fundamental que es la evaluación cognitiva. Hoy en día, en nuestras unidades de memoria, realizamos unas baterías de test para comprobar las diferentes funciones cognitivas de las personas: memoria, lenguaje, razonamiento, escritura, lectura, orientación visual-espacial… Existen diferentes tipos de test, muchos, y se usan según las diferentes características del paciente y según cuáles sean los síntomas presentes. El nivel educativo es también un factor importante. Los más habituales con el “Minimental”, el “test episódico”, el “fototest”, “MOCA” entre otros muchos.

Los datos de estos test son fundamentales pues nos dan un perfil de deterioro cognitivo que nos orienta a los diferentes síndromes neurodegenerativos. Es importante recalcar que no todo es Alzheimer ni todo es demencia como tal.

Finalmente solicitamos al menos una prueba de imagen cerebral (un escáner o una resonancia) y un análisis de sangre general donde medimos hormonas tiroideas, niveles de vitamina B12 y B9 (ácido fólico) y serología a lúes (en ocasiones una infección por sífilis puede provocar una demencia incluso décadas después de la infección inicial).

Con todo esto podemos emitir el diagnóstico de una probable enfermedad degenerativa, ya sea Enfermedad de Alzheimer, Demencia frontotemporal, demencia por cuerpos de Lewy, demencia vascular, etc. Aunque es importante recalcar que el diagnóstico en muchas ocasiones no es certero completamente y es importante seguir la evolución del paciente para poder llegar a conclusiones fiables.

Dr. José Antonio Reyes Bueno. Unidad de Memoria H. Regional de Málaga y H. Quirón